Bosch ha patrocinado, dentro de los Cursos de Verano que
organiza la Universidad Politécnica de Madrid en La Granja, Segovia, el curso “El
motor de combustión interna y la movilidad sostenible”, que se ha celebrado los
días 20 y 21 de julio. Durante el mismo, diferentes expertos, han expuesto los
principios fundamentales en que se basan las necesarias evoluciones
tecnológicas previstas en los motores de combustión interna a corto y medio
plazo y su justificación para el cumplimiento de la normativa sobre emisiones
contaminantes Euro 6. Además, se han abordado las perspectivas de futuro de los
motores diésel y gasolina y su potencial para continuar reduciendo el consumo y
las emisiones contaminantes, así como la aportación actual y a largo plazo de
los combustibles alternativos para la mejora medioambiental.
El motor de combustión interna como base para una movilidad eficiente
El motor de combustión interna
seguirá desempeñando todavía un papel importante en la próxima década. Dentro
de cinco años, más del 90 por ciento de los nuevos vehículos serán propulsados,
al menos parcialmente, por combustibles fósiles. Así, la moderna tecnología de
combustión es la base para una movilidad eficiente.
Los modernos motores de
combustión interna han logrado avances técnicos significativos en los últimos
años, como se demuestra claramente en Europa. Desde el año 2000, las emisiones
de CO2 de la flota europea se han reducido en una cuarta parte, a pesar de
que el rendimiento y el peso del vehículo se hayan incrementado en el mismo
período. El consumo de combustible medio para un coche compacto con motor de
gasolina está hoy en día, a menudo, por debajo de 7 l/100 km, y en menos de 5
l/100 km para los motores diésel.
Sin embargo, ya no es suficiente
con que los sistemas de propulsión sean simplemente eficientes en consumo para
convertirse, además, en más limpios. Basta con echar un vistazo a la exigente
normativa sobre emisiones Euro6. Hacer que los propulsores sean tan limpios
como eficientes, requiere de una tecnología particularmente sofisticada y Bosch
dispone de una serie de avances diseñados para lograr este objetivo. Para los
motores de gasolina, por ejemplo, elevando la presión de la inyección directa
desde los actuales 200 hasta los 350 bares. Una presión de inyección más alta
hace que el combustible sea más finamente pulverizado, lo que reduce
significativamente las emisiones de partículas.
Bosch también está prestando
especial atención al desarrollo continuado del motor diésel. Esta tecnología es
clave para conseguir los objetivos de emisiones de CO2 del parque automovilístico europeo, que no serían
alcanzables sin ella. Para mejorar aún más el diésel limpio, una de las
tecnologías clave es el “Denoxtronic”, que puede reducir el óxido de nitrógeno
hasta en un 95 por ciento en ciclos de conducción reales. Además, combinando
sistemáticamente una combustión más limpia,optimizando la recirculación de los
gases de escape y aplicando un tratamiento a estos gases, se pueden reducir
significativamente las emisiones.
La electromovilidad hará que los motores diésel y gasolina sean aún
más eficientes
En el camino hacia la movilidad
del futuro, Bosch ve que el motor de combustión seguirá siendo la base para una
movilidad eficiente hasta bien entrada la próxima década, incluso aunque el
sistema propulsor esté electrificado. Durante los próximos cinco años, la
tecnología de Bosch relacionada con el propulsor, puede reducir el consumo de
los motores diésel en un 10 por ciento, y la de los motores de gasolina en casi
un 20 por ciento.
De acuerdo a las previsiones de
Bosch, en 2025, el 15 por ciento de todos los vehículos de nueva matriculación
contará con al menos un sistema de propulsión híbrida.
Cuando se trata de vehículos
grandes y pesados, sin embargo, la optimización del motor de combustión interna
ya no resulta del todo suficiente. Bosch cree que para que el parque pueda
cumplir en 2021 con los objetivos fijados por la UE en cuanto a niveles de CO2 se refiere, los sistemas de propulsión híbridos
deberán estar disponibles para todos los SUV del mercado.
Particularmente en los híbridos
e híbridos enchufables, Bosch observa un gran potencial de mercado en el
futuro. Para 2020, espera que más de 9,5 millones de ellos hayan salido ya de
las líneas de producción.
Esto viene a demostrar que la
electrificación no es un competidor para el motor de combustión interna, sino
que lo complementa. El nuevo “Boost Recuperation System” de Bosch es un buen ejemplo de ello. El híbrido
básico de 48 voltios permite una reducción de las emisiones de CO2 de alrededor del 7 por ciento en el ciclo de conducción
de vehículos compactos. Esto se logra principalmente a través de la
recuperación de la energía de frenado. Una función de conducción “a vela” o por
inercia, que apaga el motor a altas velocidades por medio del sistema
Start/Stop, puede aumentar aún más el ahorro de combustible. El híbrido de 48
voltios cuenta también con una función de “impulso” que viene a demostrar que
en los híbridos de nivel más básico, un ahorro de combustible va de la mano del
placer de conducir. Cuando los conductores pisan el pedal del acelerador, el
motor eléctrico apoya al motor de combustión interna con hasta 150 Nm de par
motor.
Truck Motor Press