El
escáner láser del nuevo Audi A8: visión periférica
Cámaras de video, sensores de ultrasonidos, radares de
medio y largo alcance… Hasta 24 componentes se encargan de monitorizar el
entorno del nuevo Audi A8. Entre ellos una primicia en la categoría: el nuevo
escáner láser, que junto al control central de asistencia a la conducción zFAS,
también de estreno en la nueva generación del A8, son elementos clave en las
nuevas funciones de conducción altamente automatizada que ofrece el buque
insignia de la marca de los cuatro aros.
Festival de Cine de Berlín, febrero de 2016. Entre la
tormenta de flashes de los fotógrafos un Audi A8 de color negro llega a la
ceremonia de inauguración con la estrella de Hollywood Daniel Brühl como
pasajero, que no puede disimular su incredulidad tras mirar a su lado una y
otra vez y comprobar que el vehículo se desplaza de forma autónoma hasta
detenerse suavemente frente a la alfombra roja. Sin embargo, la auténtica
estrella secreta de la noche permanece invisible: el escáner láser oculto tras
la parrilla del radiador de la berlina de lujo de Audi. Un nuevo tipo de sensor
desarrollado para abrir el camino hacia la conducción pilotada aplicada a un
vehículo de serie.
Ahora, tras cientos de miles de kilómetros de pruebas,
ensayos y simulaciones, el nuevo escáner láser debuta en un coche de producción
en la cuarta generación del Audi A8, el primer automóvil del mundo en ofrecer
el asistente Audi AI traffic jam pilot, que permite una conducción pilotada de
nivel 3. Esto quiere decir que el vehículo puede tomar el control de la
conducción en determinadas situaciones, haciéndose cargo del acelerador, la
dirección y de la frenada. Para ello, el vehículo calcula una imagen muy
precisa del entorno mediante la fusión de todos los datos recogidos por los
diferentes sensores en el nuevo controlador central de asistencia al conductor
zFAS. En el nuevo Audi A8 se utilizan hasta doce sensores de ultrasonidos,
cuatro cámaras de visión periférica 360 grados, una cámara de vídeo 3D
adicional en el borde superior del parabrisas, cuatro radares de medio alcance
en las esquinas del vehículo, un radar de largo alcance y una cámara infrarroja
en la parte frontal, y el nuevo escáner láser.
El sistema de radar convencional ya se encarga de
escanear lo que sucede por delante del coche, mientras que la cámara de vídeo
3D reconoce las marcas de la carretera, peatones y otros vehículos. Los
sensores de ultrasonidos y el resto de cámaras supervisan el área completa
alrededor del automóvil. Lo verdaderamente importante aquí es que los
diferentes sensores puedan validar los datos mediante una comparación
recíproca, es decir, sus características específicas en términos de alcance y
velocidad de registro deben ser complementarias. Y en este sentido el escáner
láser supone un importante avance al mejorar no sólo la redundancia, también el
reconocimiento detallado de objetos tanto estáticos como dinámicos, sean o no
metálicos.
Frente a los 250 metros de alcance del radar de larga
distancia, los 100 metros que puede cubrir el nuevo escáner láser pueden
parecer pocos. Sin embargo, este nuevo sensor es capaz de multiplicar por
cuatro el campo de visión que abarca el radar de larga distancia, cubriendo un
ángulo de hasta 145 grados. El vehículo cuenta por tanto con una percepción más
completa de su entorno, y es capaz de medir las distancias con más precisión y
de manera aún más fiable. El nuevo Audi A8 puede, por ejemplo, interpretar el
comportamiento de otros usuarios de la carretera (peatones y otros vehículos),
como su entrada o salida en el flujo del tráfico, mucho antes de lo que era
posible hasta el momento.
Instalado en el paragolpes delantero, bajo la parrilla
Singleframe, el escáner láser tiene el tamaño aproximado de un puño, cuenta en
su interior con un espejo rotatorio y pesa alrededor de 500 gramos.
El escáner
emite pulsos de luz en planos verticales que duran apenas cuatro nanosegundos.
El espejo se encarga de distribuirlos y enviarlos a una distancia superior a
los 80 metros, en un ángulo de más de 70 grados a izquierda y derecha del eje
longitudinal del vehículo. Las longitudes de onda de los destellos están en el
infrarrojo cercano, lo que los hace invisibles e inocuos para el ojo humano.
Estos pulsos de luz se reflejan y rebotan en los objetos que están por delante
del coche, regresando al escáner láser en apenas 0,7 microsegundos, donde son
detectados por fotodiodos que convierten la señal óptica en información digital
que permite elaborar una imagen con un gran detalle. Al igual que el radar de
largo alcance el escáner láser también funciona en la oscuridad, y es el
complemento perfecto también para la cámara frontal cuando ésta llega a su
límite, pese a la ayuda que suponen en este sentido las brillantes luces del
Audi A8.
“En términos sencillos, podemos imaginar el escáner láser
como un dedo luminoso que escanea el entorno y es capaz de crear una imagen
espacial del mismo de forma inmediata”, explica Hans-Martin Kroll, ingeniero de
Audi especializado en el desarrollo de sensores para los sistemas de asistencia
a la conducción.
La imagen del entorno creada por el controlador central
de asistencia a la conducción ZFAS en base a los datos recogidos de los
distintos sensores sirve de base para el funcionamiento de todos los sistemas
de asistencia del nuevo Audi A8, tanto el asistente de conducción adaptativo
como la nueva suspensión activa, el sistema de asistencia al aparcamiento o el
propio asistente a la conducción Audi AI traffic jam pilot.
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