Consejos RACC:
Cuatro dudas sobre las baterías de los coches
eléctricos
En los últimos meses han aparecido diversas noticias sobre
el desarrollo de ambiciosos proyectos de construcción de fábricas de baterías
en España. La apuesta por la movilidad eléctrica por parte de los fabricantes
de automóviles, empresas de tecnología y el propio Gobierno persigue mantener
el peso fundamental del sector de la automoción para la economía en España
(supone nada menos que el 8,5% del PIB español, según ANFAC).
Estos anuncios también parecen indicar que los coches
eléctricos podrán suponer, al fin, una alternativa real a los vehículos con
motores de combustión. Un elemento clave en este cambio de tendencia tras años
de lento desarrollo es la evolución de las propias baterías y de las redes de
recarga. Sin llegar a detallar el complejo funcionamiento de una batería, sí
tratamos de responder a cuatro dudas habituales sobre el corazón de los
vehículos eléctricos…
¿Cuáles son las baterías más habituales?
Existen diversos tipos de baterías para coches eléctricos,
en función de las materias primas utilizadas en su fabricación. Las más
habituales en la actualidad son las baterías de iones de litio (Li-ion), que
presentan las características idóneas para su uso en automoción: el litio
ofrece una elevada densidad energética y unas excelentes cualidades de
almacenamiento con un peso más ligero que otras opciones. De hecho, la caída
del precio de estas baterías es una de las claves que explica la revolución de
la automoción eléctrica en los últimos años. Y la previsión es que el precio
siga cayendo en los próximos años.
El rápido desarrollo tecnológico también apunta al
surgimiento de baterías basadas en otras materias primas, como el silicio o el
grafeno, que mejorarían muy significativamente la capacidad de almacenamiento o
los tiempos de carga de las baterías de litio.
¿De dónde procede el litio que se usa
actualmente en las baterías?
El litio es un metal liviano que, a diferencia del oro o la
plata, no se encuentra como elemento puro en la naturaleza. El litio se
encuentra dentro de minerales en rocas, pegmatitas y, principalmente, salmueras
(aguas con gran concentración de sal). Por ejemplo, uno de los parajes
naturales con mayor concentración de litio es el desierto de Atacama (Chile).
Como curiosidad, puede señalarse que el principal productor de litio en el mundo es Australia (42.000 toneladas), seguido a una distancia considerable de Chile (18.000), China (7.500), Argentina (6.400) y Zimbaue (1.600). Las dos mayores minas de litio de Europa se encuentran al norte de Portugal (municipio de Boticas) y en Extremadura (San José Valdeflórez, provincia de Cáceres).
La obtención del litio de minas de países en diversos
niveles de desarrollo ha generado el debate sobre las condiciones laborales de
las personas que trabajan en esas instalaciones. Sin embargo, numerosos
fabricantes han impulsado iniciativas para garantizar que el proceso se realiza
con el máximo respeto a los derechos humanos. Por ejemplo, BMW forma parte del
proyecto «Cobalt for Development», junto con BASF SE, Samsung SDI y Samsung Electronics,
que se ocupa de mejorar las condiciones laborales de las personas que trabajan
en minería a pequeña escala en la República Democrática del Congo.
¿Cuánto dura la batería de un coche eléctrico?
La vida estimada de la batería de un coche eléctrico se
sitúa entre 2.500 y 3.000 ciclos de carga, entendido como la descarga y carga
completa de la batería (del 0% al 100%). Los 3.000 ciclos de carga en un
vehículo que hiciera ese ciclo cada día supondrían una duración de unos ocho
años. Sin embargo, conviene matizar mucho estos datos…
Por un lado, no es recomendable realizar ciclos de carga
completos: ni llegar al 0% de descarga ni, por otro lado, alcanzar el 100% de
carga. Además, la duración de la batería depende de muchos otros factores, como
el sistema de carga (la carga rápida ejerce una presión mayor sobre las
baterías que la carga convencional), la temperatura ambiente o la misma
antigüedad de la batería.
¿Pueden reciclarse las baterías de los coches
eléctricos?
Es una de las cuestiones que más preocupan en la
actualidad, ante el objetivo de evitar que el beneficio para el medio ambiente
que aporta la conducción eléctrica no se vuelva en contra con malas prácticas
en el reciclaje de las baterías. Los fabricantes también han dedicado una
importante inversión en los últimos años para resolver esta cuestión, con
soluciones muy variadas.
Antes, conviene señalar que se considera que una batería
deja de ser apta para la conducción cuando su capacidad energética se sitúa
entre el 70 y el 80%, con lo que puede seguir siendo válida para otros usos. La
mayoría de proyectos desarrollados se dirigen a aprovechar la capacidad de
almacenamiento de las baterías para proporcionar energía a todo tipo de
instalaciones, desde viviendas a concesionarios de vehículos, centros
logísticos o la misma red de recarga de vehículos eléctricos.
Por ejemplo, BMW cuenta con un gigantesco contenedor en el
puerto de Hamburgo con 2.600 módulos de batería de sus coches eléctricos que
ahora sirven para almacenar la electricidad de la red general. La energía
almacenada en estas baterías está disponible en cuestión de segundos y permite
mantener el nivel de servicio de la red eléctrica. Estas celdas tardan unos
diez años en agotarse completamente, tras lo que se reciclan mediante un
proceso de triturado y fundido de materiales.
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