EL MASERATI QUATTROPORTE CUMPLE 60 AÑOS
Un mismo día como hoy en 1963, el Salón del Automóvil de
Turín, entonces uno de los mayores eventos automovilísticos del mundo, abrió
las puertas de su 45ª edición. Aquel día, en el stand de Maserati, hacía su
debut el Quattroporte. Hoy se celebra el 60 aniversario de esta berlina de lujo
destinada a marcar los caminos de seis generaciones de conductores.
Un evento lleno de grandes hitos para la marca de Módena,
que celebra una de las mayores expresiones de la producción del Tridente. Desde
los saltos estilísticos hasta las innovaciones y los desarrollos técnicos –
todas ellas características esenciales de un automóvil que ha atravesado con
éxito dos siglos –, Quattroporte encapsula en un solo automóvil un viaje a una
de las partes más exclusivas del automovilismo. La berlina deportiva de lujo ha
representado durante mucho tiempo a una sección transversal de la sociedad
detrás del volante, además de ser un importante segmento del sector automoción.
Como tantos modelos icónicos que han sido un símbolo de su
tiempo, desde su debut a principios de la década de 1960, el Quattroporte ha
sido aclamado por muchos y ha inspirado a generaciones sucesivas. Un producto
que ha sabido reinventarse sin miedo e ir más allá de los límites, fiel a la
búsqueda de la excelencia en el diseño y las prestaciones, reflejo de una marca
que, con más de un siglo de historia y más de 75.000 Quattroporte producidos,
ha sabido crear un modelo que no deja de innovar mientras que se mantiene
atemporal a lo largo de los años.
Fruto de la intuición y de la audacia que siempre forma
parte de los grandes sueños, la primera generación del Quattroporte fue
pionera, con su rugiente motor de 8 cilindros derivado de las carreras,
realzado por un diseño dinámico pero elegante, y por supuesto sin olvidar el
refinamiento de los interiores. A lo largo de los años, se fue posicionando en
la mente de los clientes más exclusivos como una verdadera sala de estar en
movimiento, una limusina con espíritu de carreras (la versión inicial podía alcanzar
los 230 km/h), un automóvil majestuoso por sus acogedores espacios, su encanto
regio y su perfecta representación de coche institucional. El Quattroporte,
siempre estuvo acostumbrado a ser el centro de atención, desde que naciera para
crear un prestigioso linaje de coches que todavía hoy sorprenden a su paso.
Es el custodio de las pasiones y talentos de todos los que han trabajado en el proyecto a lo largo de los años: Frua trazó la curvatura inicial, seguido por otros maestros del calibre de Bertone, Giugiaro, Gandini y Pininfarina, hasta el Maserati Centro Stile, hogar de la última y actual generación del Quattroporte. Mientras tanto, para toda una familia de ingenieros, mecánicos, pilotos de pruebas y diseñadores que lo llevan de los planos a la carretera, el Quattroporte ha sido y sigue siendo una de las joyas de la corona del Tridente y un hito importante en la vida todos lo que forman parte de la marca de Módena.
Haciendo un repaso por las diferentes generaciones, recordamos la llegada de la primera generación como un rayo salido de la nada; en el caso de la segunda generación podría hablarse de un reto más audaz y quizás no tan memorable; el famosos Quattroporte III en manos de De Tomaso fue un éxito rotundo; pero también se le recuerda como un nuevo reto que se superó plenamente hacia finales de la intensa década de 1990; un modelo que rompió lazos con el pasado sin dejar de ser fiel a su fórmula ganadora como lo hizo la multipremiada generación de 2003; O como el que ha vuelto a subir al escenario en su versión más moderna tantos años después, tras todo el restyling, los avances en la ingeniería, los cambios en la estructura corporativa y los innumerables modelos producidos, la berlina por excelencia que ha conservado su potente enfoque de exclusividad, por encima de todo.
En los garajes de los automovilistas más exigentes, de
reyes y príncipes, en escenas de películas memorables (habiendo participado en
más de 60 producciones), fotografiado en alfombras rojas o acompañando a los
funcionarios de más alto rango en solemnes eventos y a las personalidades más
importantes de la industria, el Quattroporte fue un pilar del panorama
automovilístico en el siglo XX y sigue siéndolo en el nuevo milenio. Sesenta
años después y tras recorrer innumerables kilómetros, continúa su andadura como
protagonista indiscutible de su tiempo.
Davide Grasso, CEO de Maserati: "Quattroporte
es la historia de Maserati. Un coche que cuenta nuestra historia y que nos ha
representado de forma prestigiosa en el mundo de las berlinas, durante más de
medio siglo. Desde 1963, ha sido la crónica de la evolución de uno de los modelos
más queridos y apreciados, inaugurando un segmento que hasta entonces había
sido un territorio inexplorado. Un coche que ha sabido reinventarse cada vez
sin perder nunca su identidad, adaptándose al paso del tiempo, a los cambios de
la sociedad, a los avances de la tecnología y la industria, y a las tendencias,
se ha convertido en la elección de nuestra clientela más selecta, así como del
mundo del entretenimiento y de las relaciones internacionales. Un motivo de
orgullo para nosotros y un reconocimiento de ese carácter distintivamente
italiano que Maserati siempre ha querido exportar a todo el mundo con sus
creaciones. Ahora como antes, el Quattroporte sigue siendo nuestro buque
insignia, sinónimo de un lujo único apreciado por su refinamiento y atención al
detalle, rendimiento y calidad superiores, y amplitud envolvente, combinados
con un toque estilístico atemporal que lo ha convertido en un automóvil
eterno".
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