OMODA: SEGURIDAD DE 5 ESTRELLAS
La joven marca automovilística OMODA, que fue presentada el
pasado mes de marzo, puede presumir de dotar a sus vehículos con los máximos
avances de tecnología y seguridad, soluciones todas ellas de vanguardia y
propias de fabricantes y vehículos del más alto nivel. Por eso, allí donde la
investigación y el desarrollo se dan la mano, surgen coches tan disruptivos y
espectaculares a simple vista como tecnológicos, eficientes, confortables,
fiables y seguros en cuanto se descubren todas sus virtudes. Creaciones que
destacan tanto por sus características estructurales como por todos los
asistentes a la conducción que incorpora cualquier coche OMODA. Elementos que
constituyen una parte fundamental en los valores que el fabricante oriental
plasma en cada uno de sus productos. Y los modelos que se estrenan en el
mercado español son la mejor prueba de ello.
Por ejemplo, el OMODA 5. El futurista SUV de tamaño
compacto que llega a España a finales de este año ya ha superado con gran éxito
los tests de choque realizados por el prestigioso EuroNCAP. Y lo ha hecho con
la mejor nota posible: obteniendo las codiciadas cinco estrellas, la máxima
puntuación que otorga este organismo independiente, regido por los exigentes
estándares de seguridad a los que se someten todos los automóviles nuevos que
se venden actualmente en Europa.
OMODA 5: tecnología que cuida de ti
El nuevo OMODA 5 se beneficia de una sólida y robusta
estructura perfectamente estudiada, donde se aloja todo un despliegue de
sistemas avanzados de asistencia a la conducción (ADAS, por sus siglas en
inglés) que en su mayoría -y a diferencia de sus principales competidores-
vienen de serie, sin ningún tipo de sobrecoste.
Así, todos los ocupantes disfrutan desde el principio de un
altísimo nivel de protección activa y pasiva, que se incrementa gracias al
empleo de tecnología inteligente orientada a la seguridad, para disfrutar de
cada trayecto con total confianza.
Esta filosofía se traduce, por ejemplo, en un cuidado
integral a bordo, en el que trabajan conjuntamente el control electrónico de
estabilidad (ESC), la alerta de colisión frontal (FCW), la frenada automática
de emergencia (AEB), el ABS, el asistente de arranque en pendiente (HAC) y el
sistema automático de evasión para evitar accidentes. Destacan asimismo los
airbags frontales, laterales y de cortina, además de un airbag central, situado
entre los dos asientos delanteros y otro para proteger a los peatones en caso
de atropello (PAB).
El despliegue tecnológico orientado a la seguridad continúa
con el control de crucero adaptativo (ACC), los asistentes de circulación en
atascos (TJA), el de permanencia de carril (LCA) con alerta de cambio
involuntario (LKA), el detector de ángulo ciego (BSD), las luces de carretera
automáticas (IHC), la alerta antifatiga del conductor (DMS), la llamada
automática de emergencia (e-Call)…
A la hora de estacionar es donde se agradecen especialmente
la alerta de tráfico cruzado posterior (RCTA) y la cámara 360º HD para una
visión panorámica, que aparece en una de las dos pantallas LCD de 10,25” (26
cm) del panel central y desde donde se puede gestionar el teléfono móvil de
forma intuitiva e incluso por voz, al ser todo el sistema de
infoentretenimiento compatible con Apple Car Play y Android Auto. Y es que un
buen sistema multimedia que permita ser manejado sin manos ni complicaciones
también evita distracciones, reduce el estrés y repercute directamente en la
seguridad.
Crash-Test Center: protección ‘por accidente’
Nada en el desarrollo de un vehículo OMODA ocurre por
accidente… excepto en lo que se refiere, precisamente, a la seguridad. Porque
cuando se trata de evitar una colisión o a minimizar sus consecuencias si ya
resulta inevitable, es importante anticipar todas las variables antes de que
esa situación se llegue a materializar.
Uno de los secretos de que un coche como el nuevo OMODA 5 -el primero de la gama OMODA con el que la firma asiática desembarca en el mercado español y en el europeo-ofrezca semejantes niveles de protección para sus cinco ocupantes -y para el resto de conductores y usuarios de la vía que compartan cualquier espacio con él- es que ha sido testado en el Crash-Test Center que el gigante asiático Chery tienen en las instalaciones de 32.000 m2 en Wuhu, Anhui (China), donde se ubica su sede mundial.
En este centro de pruebas, contiguo a sus oficinas
centrales y a la megafactoría de firmas como OMODA y JAECOO, se llevan a cabo
hasta cuatro pruebas de choque al día con vehículos reales. En una recta de 265
m, cada vehículo puede llegar a impactar a una velocidad de hasta 120 km/h.
Después de cada ensayo (frontal, lateral, trasero…), los especialistas en tests
de choque que trabajan allí pueden llegar a monitorizar el resultado de las
pruebas en 256 puntos del vehículo.
Además, el centro cuenta con una sala aún más restringida,
en la que decenas de muñecos de pruebas (‘dummies’) aguardan pacientemente a
ser ‘reclutados’ para ocupar cualquiera de las plazas del vehículo probado.
Cada uno de ellos tiene una envergadura determinada y unas características
propias para reproducir todo tipo de circunstancias. Su sofisticación es tal
que su precio puede oscilar entre los 500.000 y el millón de euros. Además,
tienen que estar permanentemente refrigerados en el lugar en el que se custodian,
siempre a menos de 21ºC, para que su estructura, los materiales con los que
están construidos y todos los sensores que contienen no se estropeen y puedan
cumplir perfectamente con su importante misión: ayudar a que un vehículo como
el OMODA 5 sea uno de los más seguros de su categoría.
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