El automóvil familiar de la década de 2030 visita Madrid.
El Citroën Oli [all-ë] es un concept-car que oculta, tras un diseño sorprendente,
un auténtico laboratorio de ideas para hacer realidad una movilidad eléctrica,
versátil y divertida que mejore la vida de las personas con soluciones
prácticas y sostenibles. Más allá de su estilo transgresor y de sus propuestas
innovadoras, este concept rompe con la tendencia de crear vehículos con
vocación familiar cada vez más pesados, complejos y caros, pese a la etiqueta
“cero emisiones”.
El Citroën Oli [all-ë] toma como base el actual Citroën Ami
que podemos ver en nuestras calles y carreteras. Añade a las características de
este objeto de movilidad un profundo trabajo de investigación en materia
de tecnologías arquitectura y materiales, que lleva más allá los hallazgos de
concept-cars como el Citroën C-Cactus, presentado en 2007.
Alargar la vida útil, optimizar el peso del vehículo, contribuir a la economía circular con materiales reciclados y reciclables y lograr la máxima eficiencia han sido las grandes prioridades en el desarrollo del Citroën Oli [all-ë]. Este exigente pliego de condiciones tiene su mejor reflejo en la báscula, con un peso que no supera los 1.000 Kg, y en el cuentakilómetros, con un consumo de sólo 10 kWh que le permite alcanzar una autonomía de 400 Km y una velocidad máxima de 110 Km/h. También se han trabajado aspectos como la velocidad de carga de las baterías, que pueden pasar del 20% al 80% en 23 minutos.
La búsqueda de la eficiencia también ha influido en el diseño del Citroën Oli [all-ë] y de sus distintos elementos. En el diseño se han tenido en cuenta aspectos como el reciclaje, la personalización y la posibilidad de intercambiar componentes para lograr un aspecto único. Elementos como las puertas delanteras, los paragolpes y las molduras de protección son idénticos y están realizados en materiales de peso reducido. Esta estrategia tiene el mejor ejemplo en los paneles planos, realizados en cartón de nido de abeja, ubicados en el capó el techo y la zona de carga. Las llantas mezclan acero y aluminio y equipan neumáticos sostenibles e inteligentes Goodyear Eagle Go.
En el interior, se ha apostado por el confort y la
practicidad, con un máximo aprovechamiento del espacio. Los asientos de malla
imitan el diseño y la ergonomía de las sillas de oficina, mientras que el suelo
es fácilmente lavable. Un travesaño simétrico asume las funciones de
salpicadero: de él cuelgan la columna de dirección y el volante y cuenta con un
soporte para smartphones y cinco interruptores para sistema de climatización.
Cuenta con un riel electrificado en el que se pueden enchufar accesorios
mediante tomas USB que se deslizan por él. Esto es ideal para alimentar a
diferentes dispositivos o incluso para enchufar la cafetera mientras se espera
a que los niños salgan del colegio.
Dos salidas de aire directas, una delante del conductor y
otra del acompañante, permiten utilizar una unidad de aire acondicionado más
pequeña para contribuir a la eficiencia y reducir el peso. Detrás y debajo del
travesaño se encuentra el “sofá” fabricado con BASF Elastollan®, una plataforma
de almacenamiento en poliuretano termoplástico (TPU) impreso en 3D y reciclable
de color naranja brillante con unas “setas” flexibles que mantienen en su sitio
objetos como las tazas de café o las latas de refresco.
“Con el concept-car Oli [all-ë], Citroën vuelve a marcar el
futuro del automóvil con un vehículo que, lejos de ser un simple ejercicio de
estilo, abre la senda a innovaciones pensadas para solucionar los problemas del
día a día. El Oli explora campos tan diversos como los materiales, el confort,
la reciclabilidad y la eficiencia de la movilidad eléctrica aportando nuevas
alternativas que podremos ver en próximos lanzamientos de la marca”, ha
declarado Vincent Cobée, director general de Citroën.
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