EL CITROËN ZX “MADE IN SPAIN” CELEBRA SUS 30
AÑOS
Compacto y muy confortable, el Citroën ZX apareció en septiembre de 1991, hace 30 años. Se distingue por el confort de sus suspensiones, su eje trasero con efecto auto direccional, que elimina la inercia del tren trasero en curva, y su gran habitabilidad. Muy apreciado por su moderna gama de motores, se vendieron 2.465.000 unidades en diferentes versiones y con carrocerías berlina, cupé y Break. El Centro de Vigo produjo más de 500.000 unidades del ZX. En 1991, hace ya 30 años, se presentó un nuevo vehículo en primicia para todos los concesionarios Citroën del mundo.
El lanzamiento comercial de este nuevo modelo llegó unos
meses más tarde de la presentación de un nuevo vehículo de competición que
había debutado el año anterior en el rally raid Baja España-Aragón (primera
salida y primer triunfo) y que había disputado también el París- Trípoli-Dakar
de 1991 (donde también ganó). El ZX Rally-Raid, nombre de esa variante de
competición, ganar a Citroën ganar, entre 1991 y 1997, cinco títulos mundiales
en la especialidad de los raids.
La versión presentada en septiembre de 1991 estaba
destinada a la venta al público, era fruto de la colaboración con el centro de
diseño de Nuccio Bertone, y no tenía nada que ver con “el rey del desierto”,
pero suponía una solución perfecta para una serie de necesidades de movilidad
cotidiana para un gran número de personas. El ZX se ofreció con una amplia gama
de motores que comprendía mecánicas de entre 1,1 y 1,9 litros, esta última,
dotada de culata de 16 válvulas, para la versión deportiva Volcane.
La carrocería se declinó primero en dos variantes a las que
más tarde se añadiría una tercera: berlina de 5 puertas con un sistema de
regulación de la banqueta trasera que aumentaba, según las necesidades, el
espacio para las piernas de lxs pasajeros traseros o la capacidad del maletero;
cupé, cuyo diseño recordaba al del Rally-Raid y, finalmente, algunos meses
después, el familiar denominado “Break”, que fue un éxito de ventas y convenció
a quienes buscaban más espacio de maletero y mayor funcionalidad.
La gama de motores incluye un diésel económico y un
turbodiésel brillante, ambos de gran fiabilidad y perfectos para recorrer
largas distancias.
Las nuevas técnicas de construcción y el chasis monocasco
particularmente bien proyectado ofrecían una sensación de robustez que
correspondía a un salto cualitativo muy importante en la fase de ensamblado y
que posteriormente se transfirió también al sustituto del ZX, el Xsara, que,
con sus numerosas versiones, entre ellas el monovolumen Picasso, ocupó el
puesto del ZX en la gama de la marca desde el año 1998 y hasta bien entrado el
siglo actual.
El ZXC sorprendió, también, por una serie de innovadoras soluciones tecnológicas típicamente Citroën como el eje trasero auto direccional, capaz de girar junto con el eje delantero gracias a unos soportes elásticos con deformación programada que ofrecían una sensación de fluidez en la conducción y de dinamismo incluso para los conductores más experimentados.
Disponible en diferentes niveles de acabado y con una serie de colores de carrocería muy atractivos, el ZX fue un éxito de ventas con casi dos millones y medio de unidades fabricadas. Más de 500.000 se produjeron en España, en el Centro de Vigo.
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