Puntos Clave que revisar en tu vehículo estas Navidades
Mantener tu coche a punto durante la época navideña es clave para su correcto funcionamiento y una buena conservación, especialmente si vamos a realizar algún viaje durante estas fechas. No hay que olvidar que en diciembre las condiciones climatológicas se recrudecen. Tormentas, niebla, hielo y nevadas pueden pillarnos por sorpresa mientras conducimos y dificultarnos el trayecto. Por este motivo, especialmente en estos días es prioritario prestar máxima atención al correcto estado de vehículo, y centrar la revisión en 2 aspectos básicos: los elementos que unen el vehículo al suelo y los que intervienen en la visibilidad y la iluminación. A continuación, os detallamos desde Confortauto Hankook Másteres los 9 elementos que debemos tener presentes para poner a punto nuestro vehículo en Invierno:
Neumáticos
Los neumáticos
deben estar en buen estado durante todo el año. Si estos no tienen la presión
correcta o el dibujo de la goma está desgastado, nuestra unión al asfalto será
insegura. En invierno bajan las temperaturas, nieva y llueve con más
frecuencia, por lo que es habitual encontrarnos con el asfalto mojado o incluso
helado o nevado cuando circulamos. La revisión de los neumáticos es primordial
en esta época para evitar efectos como el aquaplaning. Debemos tener en cuenta
la presión que nos recomienda el fabricante y comprobarla periódicamente para
detectar si algún neumático hubiera perdido aire. También es conveniente
comprobar con regularidad el desgaste y la profundidad. Para garantizar el
máximo agarre y tracción, la profundidad del dibujo de los neumáticos no debe
superar los 1,6 milímetros (límite legal establecido), siendo aconsejable su
cambio cuando la profundidad sea inferior a 3 milímetros. Otro importante
aspecto que aconsejamos en esta época, es el montaje de neumáticos de invierno.
Estos neumáticos sustituyen a las cadenas cuando éstas son obligatorias y son
la opción perfecta para circular con seguridad en condiciones de frio, lluvia,
hielo o nieve.
Batería
Uno de los
elementos mecánicos del vehículo que más sufre las bajas temperaturas es la
batería. De hecho, las bajas temperaturas pueden incrementar la posibilidad de
que se descargue. Normalmente, la batería no necesita mantenimiento, más allá
del cambio al finalizar su vida útil, que suele ser de entre 3 y cinco 5. Si la
batería está en este promedio de edad, es recomendable cambiarla antes de
encontrarse una mañana que el coche no arranca o lo hace con mucha dificultad.
Al menor síntoma, mejor sustituirla. En los talleres especializados, como los
de la red Confortauto, pueden ejecutar un diagnóstico de su estado y predecir
si fallará pronto.
Es absolutamente
necesario que el sistema de alumbrado funcione a la perfección en invierno, ya
que gran parte del tiempo al volante transcurre en condiciones de baja
luminosidad. Verificar que todos los faros se encienden (posición, cruce,
carretera, freno, marcha atrás, intermitentes y antinieblas) y ajustar la
altura de las luces de cruce y carretera es una medida importante de cara a la seguridad
del conductor y del resto de usuarios de la vía. Recuerda siempre la
importancia de ver y dejarse ver.
Líquido Anticongelante
Otro de los
aspectos a tener en cuenta, especialmente si se habita en zonas con
temperaturas bajo cero, es comprobar el estado del líquido refrigerante. El
líquido refrigerante es a su vez anticongelante hasta determinada temperatura,
pero con el uso va perdiendo propiedades. Comprobar el nivel y el color del
líquido es una buena señal para detectar su eficacia. Si el líquido presenta un
color vivo, ya sea amarillo, rojo o verde (los hay de distintos colores)
podemos estar bastante seguros que se encuentra en estado óptimo. Si presenta
un color más traslúcido o sucio, es señal inequívoca de que se ha deteriorado
por residuos del propio circuito de refrigeración lo que rebaja notablemente
sus capacidades anticongelantes. En caso de duda, lo más oportuno es cambiarlo.
Además, conviene comprobar su nivel con regularidad y reponerlo cuando sea
necesario.
Escobillas de Limpiaparabrisas + Líquido Lavalunas
En los meses de
frio es esencial que el limpiaparabrisas se encuentre en buen estado de
funcionamiento. No hay nada más incómodo que conducir un día de lluvia con una
escobilla en mal estado que deja un halo borroso sobre el parabrisas. Asegúrate
de que están bien limpias y sustitúyelas cuando estén desgastadas. Aunque
visualmente presenten buen aspecto, pueden tener la goma reseca, ya que los
cambios bruscos de temperatura, las largas exposiciones al sol y el paso del
tiempo juegan en su contra. Echa agua en el parabrisas y comprueba que barren
bien, de lo contrario, cámbialas. Otro detalle importante es revisar si hay
suficiente líquido lavaparabrisas en nuestro deposito y en caso de no ser así,
rellenarlo. Este nos ayudará a descongelar el limpiapabrisas por las mañanas y
evitará roturas de los manguitos, bomba y del recipiente de líquido.
Sistema de Climatización
Lejos de ser un
elemento de puro confort, el sistema de climatización es clave para reducir la
condensación en el habitáculo y desempañar los cristales, por lo que su
correcto funcionamiento en esta estación cobra gran importancia. Es importante
revisar que funcione en perfectas condiciones para, que además de ayudarnos a
combatir el frío, nos ofrezca la máxima visibilidad. Hay que tener en cuenta
que el radiador de la calefacción es tremendamente fácil que obstruya por culpa
de los residuos sólidos que flotan en el circuito del refrigerante. En este
caso el mejor consejo es acudir a un taller de confianza para llevar a cabo una
limpieza correcta y meticulosa del radiador de calefacción y de todo el
circuito de refrigeración del coche.
Luneta Térmica Trasera
El buen
funcionamiento de la luneta térmica trasera es esencial para garantizar una
buena visibilidad. Su función es eliminar la condensación y el vapor que se
acumula en la parte trasera, mejorando la visibilidad para dar marcha atrás,
para vigilar los coches que vienen circulando y para cambiar de carril. Se
tratan de unas líneas horizontales, color café o rojo, que poseen una
resistencia interna que calientan el parabrisas. Si el cristal se empaña, o por
la mañana cuando pones a funcionar el sistema, permanece con la capa de hielo
sobre él, es posible que se haya fundido el fusible o que algún filamento se
haya deteriorado. En ese caso debemos llevar el coche taller para que revisen
cuál es el problema y solucionen la avería.
Suspensión y Frenos
Aunque no tocan, o
no deberían tocar, el suelo, los frenos y la suspensión son dos elementos clave
para la estabilidad del vehículo y para la seguridad de sus ocupantes. En el
caso de los amortiguadores, debemos revisarlos cada 30.000 kilómetros o si
notamos que el vehículo rebota demasiado al pasar por tramos con
irregularidades. Del mismo modo, el sistema de frenos también se debe revisar
periódicamente. Es importante comprobar que las pastillas y los discos estén en
perfecto estado y que el nivel del líquido de frenos sea el adecuado (se debe
cambiar entre 40.000 y 60.000 kilómetros. Un mal estado de estos componentes se
traduce en frenadas más largas y el aumento de las posibilidades de sufrir un
accidente.
Es especialmente
importante hacer un buen mantenimiento y revisión del aceite sobre todo después
del verano o del invierno, épocas en las que las temperaturas pueden tener un
mayor impacto sobre los componentes del vehículo. Los lubricantes minimizan el desgaste
de las piezas del motor, canalizan las partículas metálicas surgidas de ese
desgaste hacia el filtro, ayudan a la refrigeración y evitan diminutas fugas en
el circuito por sus propiedades sellantes. Por tanto, además de sustituirlo
cuando indique el fabricante (entre 5.000 y 30.000 kilómetros, según modelo),
hay que revisar su nivel con frecuencia. Al menos una vez al mes y siempre
antes de un viaje largo. Si el nivel es bajo lo más apropiado es acudir
directamente al taller y pedir un cambio de aceite.
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