SUBARU: CONSEJOS PARA CONDUCIR SEGURO EN INVIERNO
Como parte de su ADN, Subaru sigue su propio camino en
busca de la mayor seguridad y eficiencia y, como consecuencia, consigue
resultados también fuera de lo corriente. Fruto de su experiencia, tras casi 20
millones de unidades fabricadas en los últimos 48 años con el legendario
sistema Symmetrical All-Wheel Drive (AWD), a continuación, exponemos algunos
consejos que durante estos duros meses serán muy útiles tanto para los que
conducen un Subaru como, sobre todo, para los que todavía no lo hacen:
Adherencia en lluvia: adaptarse rápido
Puede hacer frío, lucir el sol y, cinco minutos más tarde,
a la salida de un túnel, el viento, la lluvia y un cielo negro hacen que
parezca de noche. La conducción invernal es así, cambiante. Obliga a ser
proactivo y anticiparse a lo que se va a sentir en el volante. Un buen
conductor, al observar que el firme deja de estar seco, ya debería ajustar la
velocidad a unas distancias de frenada que pueden alargarse mucho. De la misma
manera, se debe restablecer sin demora una mayor distancia de seguridad con el
coche de delante, por uno mismo y por los posibles errores del otro.
Sobre ese suelo mojado, lo mejor es seguir las rodadas de
otros vehículos sobre la carretera. Allí donde la capa de agua sea menor, el
neumático tiene mejor contacto con el asfalto y, además, habrá menos riesgo de
aquaplaning . Hasta los propios discos de los frenos tienen sus dificultades
con el agua. En el momento de pisar el pedal, las pastillas deben expulsar el
agua presente sobre el disco, lo que retarda ligeramente el mordiente inicial
en comparación con unos discos secos.
Seguridad no es sólo frenar
Al conducir bajo la lluvia hay que prestar especial cuidado
al momento de cambiar de carril, pues la adherencia se puede esfumar en un
instante. Sin agarre, incluso el control dinámico de estabilidad tiene un
margen más reducido para realizar sus correcciones. La tracción integral Subaru
evita que en esos momentos alguna rueda patine por exceso de acelerador y, si
una rueda se ve afectada, la trasera del mismo lado sigue empujando y mantiene
el equilibrio, todo supervisado por el control activo de par.
El peso de un Subaru, repartido de forma idónea entre las
cuatro ruedas, ayuda a esa imperturbabilidad, frente a la mayoría de coches que
circulan con el peso desequilibrado, gravitando principalmente sobre el tren
delantero, algo que puede provocar cambios más abruptos en su comportamiento .
Niebla y baja visibilidad
Si llegara a llover a cántaros, el Reglamento de Circulación
menciona la necesidad de llegar a detenerse, pero siempre señalizándolo
adecuadamente. Si no se encuentra lugar donde parar con seguridad, mejor seguir
desplazándose a esa velocidad que permite la visibilidad. Misma recomendación
que aplica a otra circunstancia de conducción con bajísima visión: la niebla.
Como en todos los casos, hay que confiar sobre todo en los propios ojos y
ajustar el ritmo de conducción al alcance de la vista, incluso si se dispone
del sistema avanzado Subaru EyeSight , que lleva más de 10 años salvando vidas
en más de 8 millones de vehículos en todo el mundo. El coche puede tener menos
dificultades para ver que un conductor, ya que sus cámaras no se fatigan, pero
recuerda que están para ayudar, aún no pueden conducir.
Ver y ser vistos es fundamental con mala climatología, algo
que en invierno se agudiza con el menor número de horas de sol. Ante eso, los
faros delanteros adaptativos SRH ofrecen un haz de luz óptimo para cada
situación. La iluminación ayuda al conductor, pero las dos cámaras del EyeSight
son como ojos adicionales, en una mejor posición (más alta y adelantada, en la
parte alta del parabrisas) e infatigables. Los estudios realizados por el
Instituto de Seguridad en Vías Rápidas de Estados Unidos (IHSS) constatan una reducción
en los alcances con heridos de hasta un 85% respecto a coches que no equipaban
EyeSight.
Aprende a leer y a dibujar
Es bueno aprovechar la lluvia para aprender a leer la
carretera, sus brillos, su relieve… Si la lluvia cesa y luce el sol, el suelo
puede seguir húmedo y resbaladizo. Con las ruedas rectas, hay que aprovechar
para acelerar o frenar fuerte una vez -vigilando que no venga nadie detrás-
para hacerse idea del agarre que existe. ¿Y con un Subaru? Eso es otro mundo:
la tracción total de Subaru resulta tan eficaz que es mejor una frenada fuerte
para “tantear” lo resbaladizo del terreno que pisan las ruedas. Porque con un
Subaru, al repartir la fuerza del motor entre todas sus ruedas, se aprovecha
mucho mejor la adherencia existente en cada momento.
El interior de las curvas puede acumular agua, por lo que
si no se tiene cuidado puede acabar frenándose ese lado del coche, girándolo y
llevándolo al interior de la carretera. Y si hay que tener cuidado con cortar
las curvas por el interior, tanto o más se debe evitar abrir mucho al dibujar
la trayectoria al terminar la curva, ya que en esa zona el firme está más sucio.
El Lane Keep Assist de Subaru, que corrige la trayectoria a partir de 60 km /
h, ayuda a mantener el vehículo en el centro del carril.
Una glorieta en ciudad con una situación de adherencia
delicada e incluso mal peraltada puede compararse a la más seria de las curvas.
Las alcantarillas se pueden atascar y provocar balsas de agua, peligrosas
aunque se circule despacio. Ojo a los grandes embalsamientos: más de un
accidente se ha debido a tapas de alcantarillas que se han levantado, imposibles
de ver.
Por supuesto, hay que desconfiar de las líneas blancas, sean señalización longitudinal o transversal, porque todavía hay muchas que deslizan al pisarlas cuando están mojadas, a pesar de las eternas reclamaciones de los motociclistas.
Aparcar con ojo
Uno de los escenarios de la ciudad que no son lo inocuos
que parecen son los aparcamientos subterráneos en invierno. Cuando se moja ese
suelo perfectamente pintado con el agua de lluvia que van trayendo los coches,
lo que en una pista de hielo. Los ojos binoculares Subaru EyeSight pueden
ayudar a esta detección de peatones, igual que a los que apresuradamente cruzan
la calle sin prestar atención, o con sus sentidos limitados por una capucha y
unos auriculares. Del mismo modo, al desaparcar, el Reverse Automatic Braking
(RAB) que equipan el Forester y el XV no solo vela por uno mismo, sino también
por esos otros que puede que no sean capaces de controlar el vehículo cuando
ven que otro coche inicia ante ellos una maniobra marcha atrás cortándoles el
paso.
Nieve bajo control
A grandes rasgos, en la nieve sirve todo lo que aplica con
la lluvia, pero con la mitad de adherencia, a veces prácticamente con ninguna.
Gobierna la segunda ley de Newton, esa que habla de la inercia: tan difícil
resulta iniciar la marcha como acelerarla o detener el coche; es difícil
girarlo y es difícil que obedezca al volante. En estas circunstancias reina la
finura con los mandos y, cuando se lleva un neumático a patinar, más vale
deshacerlo, porque empeñarse tendrá como consecuencia más desobediencia.
Lo que en lluvia eran ventajas para Subaru, por su
concepción, peso y tracción a las cuatro ruedas, en la nieve se o en la
herramienta definitiva: de la pugna por moverse de otros, a circular despacio
pero con confianza en un Subaru. Esto resulta aún más evidente en los nuevos
XV, Forester y Outback con su sistema X-Mode con dos modos: Nieve / Grava (Snow
Dirt) y Nieve / Barro profundos (Deep Snow Mud).
A diferencia de la mayoría de coches con tracción total, la
transmisión Symmetrical All-Wheel Drive de Subaru es permanente, esto es, no
hay demora en la conexión y comienzo de su actuación. En un Subaru todo es
predecible, y en las curvas no aparecen tirones de la transmisión, que pueden
influir en el equilibrio del coche y provocar sustos en el conductor. Y es que,
a diferencia de otros cambios automáticos, el cambio Lineartronic modifica los
desarrollos sin saltos, sin acoples o desacoples de las marchas, permitiendo
que las variaciones durante la entrega de potencia a las ruedas sean siempre
fluidas y progresivas. Al ascender acelerando un puerto y encontrar zonas con
nieve o firme muy resbaladizo, la reacción del coche alargando los desarrollos
puede conseguir que no se llegue a perder tracción,
Los consejos “de siempre”
Conduce sin ropa de abrigo, con el fin de tener mayor
libertad de movimientos en caso de tener que realizar una maniobra inesperada.
Es conveniente llevar un calzado alternativo para conducir, en lugar de botas
excesivamente rígidas. Vigila presiones y dibujo de los neumáticos; escobillas
de limpiaparabrisas con bordes casi cortantes para un barrido perfecto.
De sobra es conocida la utilidad del aire acondicionado en
invierno para desempañar rápidamente. Para mitigar la condensación en el
interior de los cristales, hay que evitar tapar inadvertidamente la rejilla de
salida de aire que facilita la renovación del aire interior. También puede
propiciar el empañamiento la acumulación de hojas otoñales en la base del
parabrisas, porque pueden limitar la entrada de aire fresco al habitáculo y
promover al vaho en los cristales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario